Según la
información oficial, este enero de 2019 resulta el más violento en materia de
homicidios. El país jamás tuvo un enero tan sangriento, mientras se acomoda el
nuevo Gobierno y los planes de nuevos modelos de seguridad pública no se
cristalizan. Un total de 2,452 víctimas en el mes que inicia el año y en
algunas entidades la cantidad de muertos resulta más que alarmante. Faltará
contabilizar, poco a poco, los descubrimientos de fosas clandestinas y demás
encuentros macabros, los cuales comienzan con reportes de desapariciones o de
personas extraviadas.
Esta cifra nos
da un promedio de 79 al día, más de 3 cada hora. Las tendencias de largo plazo
se están agravando con el tiempo y la causa más directa es el descontrol y la
impunidad del crimen organizado. El maltrato crónico de los cuerpos policíacos
en bajos salarios, falta de capacitación, inseguridad laboral y caos
administrativo están cobran una cruel factura. Los intentos recientes de
reformas penales parecieran haber salido contraproducentes al favorecen un
estado de ánimo de impunidad entre los criminales que imaginan salirse con la
suya, aunque no siempre sea cierto.
Las cifras son
las oficiales del SESNSP, Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública. Nos señalan dos Estados del país que merecen una especial
alarma: la capital y el estado más próspero. La Ciudad de México creció 181% el
homicidio contabilizando 129 y Nuevo León creció 113% para alcanzar 93 casos. A
nivel nacional también crecieron los feminicidios para reportarse 70 en el
total nacional.
La integración
de una estrategia de seguridad en México corre contra reloj y es una de las
tareas más apremiantes.
(Nota integrada en base a datos
periodísticos, en especial del periódico Excélsior del 22 de febrero de 2019 e ilustración
de la misma fuente).