Por Carlos Valdés Martín
Durante
la madrugada del 30 de mayo en un estacionamiento de la Ciudad de México, se
hundió el piso bajo los “pies” de un camión pesado. El vehículo estaba
estacionado y bajo la supuesta seguridad de un resguardo, “descansaba” tras las
bardas y la caseta de vigilancia. Los comercios que dan a al sitio estaban
cerrados. Ya no había peatones alrededor. En la calma de esa noche ni los
perros aullaban ni los gatos maullaban. El dueño pagaba para tener protegido a
su camión.
En el
momento más silencioso, tras horas de permanecer estacionado surgió un leve
sonido y luego una agitación. Bajo las llantas de la caja de carga cedió el
piso de cemento ante el peso inerte. En un instante se abrió un boquete rectangular
de varios metros cúbicos que se tragó a la caja del camión.
Quedó
interrumpido el silencio del sueño, sonó un estruendo y un vigilante incrédulo
se acercó a mirar.
La
mitad del camión estaba hundida y la parte frontal seguía a flote. Luego de que
se disipó una pequeña nubecilla de polvo se vio la escena completa. Era extraño
y hasta inverosímil: la parte superior intacta y la mitad bajo tierra.
Avisaron
a la autoridad, al dueño del vehículo y al representante legal del
estacionamiento, quienes a su vez llamaron a las aseguradoras implicadas.
Pronto
llegó una grúa grande y se iniciaron las maniobras para sacar al camión semi
hundido. Las maniobras de grúa fueron complicadas, protagonizadas por una grúa “brigadier”
y una pluma de alto tonelaje. Para sacar al camión del hoyo tardaron cinco
horas. Ahora se les llama "socavón" a esos hundimiento súbitos y casi inexplicables.
El
vehículo salió con algún daño mecánico y fue enviado a evaluación y reparación.
La
autoridad de Protección Civil acordonó el sitio y revisó para cerciorarse de
que no existieran más “pisos falsos” en el estacionamiento. Al parecer no había
más anomalías en el sitio.
En este
extraño caso concurren dos seguros: el Seguro del Vehículo para amparar daños
materiales y el Seguro de Responsabilidad Civil contratado por el
Estacionamiento.
Respecto
del Seguro de Vehículo la situación será controvertida, conforme a condiciones
particulares de cada aseguradora. Esto por tratarse de una “colisión” muy poco
usual. En particular, los golpes en las partes bajas de los vehículos está
delimitadas por diversas cláusulas, como el uso razonable (no transitar por
caminos dañados), el deducible aplicable o un monto mínimo (especificación en
daños a partes bajas[1]).
Sin conocer el dictamen de la Aseguradora implicada el daño material deberá ser
cubierto, incluyendo el servicio de grúa.
Por
parte del Seguro de Responsabilidad Civil surgirá la discusión en torno a si
ese piso vencido súbitamente proviene de una situación ajena al dueño del
predio (formación de una caverna en el suelo), depende de una mala construcción
del predio o de alguna situación distinta (obras en el subsuelo). Las fallas de
diseño de una construcción no están cubiertas en una póliza de Responsabilidad
Civil en Estacionamiento. Sin un peritaje detallado y desde afuera resulta
imposible decidir qué causó esa ruptura del piso, por tanto no emito juicio alguno
sobre si este caso sería pagado por la póliza de Responsabilidad Civil
Estacionamientos.