Por Carlos Valdés Martín
Al
transitar los vehículos se encuentran con ambientes poco usuales. En ocasiones
la naturaleza está desatada, como sucede con tornados y huracanes. En esas situaciones el Seguro de Automóviles
resulta muy útil.
La
fuerza combinada de los vientos y el agua causa estragos sobre las unidades
automotoras. En algunas casos, las carreteras se convierten en cause de ríos.
En otras situaciones el viento tiene tanta fuerza que arrastra hasta las
unidades más pesadas.
Por si
fuera poco, también se llegan a desgajar las laderas y derriban a las unidades.
En casos extremos los aludes de tierra y lodo cobran víctimas fatales junto con
las unidades.
En casi
toda situación de furia de los elementos naturales opera la cobertura amplia de
los Seguros de Automóviles, pues junto a la Cobertura más conocida de
colisiones está el amparo ante ciclones, granizo, huracán, tornado, alud,
terremoto, caídas de árboles…
Además
en esas situaciones suele requerirse de servicio de grúa o gastos médicos para
los ocupantes como consecuencia directa de este tipo de embates de la
naturaleza.
Para todo
eso sirve tu seguro de automóviles.
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