Por Carlos Valdés Martín
Un Huracán como fenómeno de vientos en colisión, tiene capacidad para cambiar de ruta o de variar su intensidad. El huracán Milton ha incrementado su intensidad subiendo de nivel 1 a 5 en la escala Saffir-Simpson, la más alta y peligrosa.
Las Aseguradoras, ya por rutina han bloqueado la suscripción de este tipo de riesgos durante el ataque inminente de este huracán sobre Florida. En este tipo de situaciones recordamos cuán erróneo es el pensamiento de quien cree que comprará un seguro “cuando lo necesite”. Ese pensamiento es erróneo, pues los seguros se deben adquirir “antes de que se necesiten”, pues la técnica de seguros implica que el riesgo del que se pretende cubrir todavía no se realiza ni resulta cierta su realización próxima. En este ejemplo, los habitantes de Florida ya necesitan el seguro contra riesgo de huracanes, y, de manera justificada, ya no pueden adquirir ese seguro que sí necesitan.
Sin embargo, mientras el destino y ataque de un huracán como este permanezca incierto, todavía es viable la adquisición del seguro que ampara ese riesgo. Por ejemplo, mientras el huracán Milton se aleja de México, en este país se vuelve abrir la oportunidad para asegurarse contra huracanes.
La cobertura técnicamente se denomina “fenómenos hidrometeorológicos” y durante la temporada de huracanes se va abriendo y cerrando. Por eso no hay que esperar hasta que el peligro esté encima para reflexionar en el tema de seguros.
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