viernes, 5 de octubre de 2018

LOS TONTOS SE CREEN MÁS LISTOS: EFECTO DUNNING-KRUGER





Por Carlos Valdés Martín

Un estudio psicológico expone una sorprendente regla: los más ignorantes sobrestiman sus conocimientos, mientras los más preparados no lo hacen. Esto describe ese “mundo al revés” que campea en las redes sociales, de tal modo que los cibernautas más limitados pretenden imponer sus dogmas y falta de criterio, mientras los individuos con más trayectoria y saberes se comportan cautos en sus opiniones.
Lo que sigue incluye un resumen del artículo titulado “¡Cuánto menos sabemos, más inteligentes nos creemos! (El efecto Dunning-Kruger)” publicado en el sitio https://lamenteesmaravillosa.com/cuanto-menos-sabemos-mas-inteligentes-nos-creemos-el-efecto-dunning-kruger/   de la autoría de Arantxa Álvaro Fariñas. “El fenómeno que causa que las personas con menos habilidades se crean las más inteligentes se denomina “efecto Dunning-Kruger” y fue descrito por los científicos de la Universidad de Cornell (Nueva York, EEUU), Justin Krugger y David Dunning, que realizaron un estudio para demostrar como personas con escaso conocimiento tienden sistemáticamente a pensar que saben mucho más… y a considerarse más inteligentes que otras personas más preparadas…. recurrieron a estudiantes de la Universidad de Cornell y evaluaron varios aspectos como el humor, el razonamiento lógico y la gramática. Inicialmente se pidió a cómicos profesionales que evaluaran la gracia de treinta chistes y luego solicitaron a un grupo de estudiantes que realizaran la misma evaluación… la mayoría pensó que sus habilidades para juzgar lo que es gracioso, estaban por encima de la media. (Luego)… se realizó un estudio sobre la lógica y la gramática y los resultados fueron los mismos: las personas que obtuvieron peores resultados eran las que… mejor concepto tenían de sí mismas y más inteligentes se consideraban.
El estudio fue publicado en… diciembre de 1999 en The Journal of Personality and Social Psychology. Sus resultados fueron los siguientes: 1. Los individuos incompetentes tienden a sobrestimar su propia habilidad. 2. Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer la habilidad de otros. 3. Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer su extrema insuficiencia. 4. Si pueden ser entrenados para mejorar sustancialmente su propio nivel de habilidad, estos individuos pueden reconocer y aceptar su falta de habilidades previa.
Observemos que los puntos 1, 2 y 3 se refuerzan mutuamente, favoreciendo que la persona incompetente, se sumerja dentro de su pozo de autosuficiencia y rechace cambiar. El punto 4 nos inclina hacia un poco de optimismo, porque la educación y salir de ese auto-engaño sí resultan posibles. 

La explicación para esta paradoja cuando los más ignorantes se creen más listos
Tratándose de un fenómeno de falsa percepción tan común, deben existir explicaciones para que suceda. La propuesta del artículo es la siguiente: “Este fenómeno ocurre por una percepción irreal, porque las habilidades necesarias para hacer algo bien son precisamente las habilidades necesarias para saber cómo lo estoy haciendo. Por ejemplo, si mi nivel de ortografía es muy bajo, la única manera de darme cuenta de ello, es conociendo las reglas de ortografía. De esa forma, con el paso del tiempo y el estudio de la ortografía, seré consciente de mis errores. En estos casos además existe un doble déficit, ya que no soy consciente de que no sólo soy incompetente con la ortografía sino que además carezco de las habilidades y conocimientos necesarios sobre ortografía.
Entonces… cabe preguntarse: ¿Cómo sé si no tengo habilidades en una materia determinada? En general debemos comparar lo que sabemos con las reglas sobre una determinada materia e intentar ser objetivos.” 

El medio para superarse
Aunque la paradoja del efecto Dunning-Kruger contiene una dificultad al auto-alimentarse, también hay maneras de superarla: “Ante todo debemos ser autocríticos y receptivos ante la crítica y opiniones de los demás. Muchas veces sobrevaloramos nuestros conocimientos y no escuchamos a otras personas (con)… opiniones y habilidades diferentes… de las que podemos aprender.
Por otra parte, debemos estar atentos… ¿En qué me baso para tomar una decisión? ¿En mi intuición (y) en conocimientos que no poseo…? Es necesario que estemos alerta porque puede que estemos sobrevalorando nuestros conocimientos y habilidades.”
Vale concluir con un epígrafe de Bertrand Russell “Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se debe a que los ignorantes están completamente confiados y los inteligentes llenos de dudas”, que con este modelo Dunning-Kruger queda justificado y pasamos al tema de la seguridad. 

Aplicado a imprevisión
En ciertos ambientes, la población que no adquiere Seguros lo hace porque “siente”, “adivina”, “espera” o “cree saber” que no le sucederá nada malo de inmediato. Esta clase de intuición está muy arraigada, como si el don de la adivinación fuese algo ordinario. Quien desconoce de probabilidad y estadística afirma con suficiencia que no hay probabilidad que algo adverso le suceda, porque… el necio da argumentos y cree en ellos, porque la adversidad todavía no le agarra por el cuello. La intuición en sí es misteriosa y no quiero desestimarla, pero dejando de lado el puro instinto, tales afirmaciones sobre probabilidades de quienes nunca han hecho un cálculo aleatorio ni una estadística probabilística, pues sí dejan un sabor a efecto Dunning-Kruger. Así, que los argumentos sobre que algo “no puede suceder” o “no es tan probable que suceda” dejan ese sabor amargo a paradoja.
La probabilidad pura indica que mientras más tiempo transcurre sin que suceda un evento aleatorio, entonces es más probable su aparición. Con una moneda sin trucos, mientras más tiradas han transcurrido sin que aparezca el lado del sello, entonces está más próxima su aparición. La misma regla acontece con los seguros, mientras más tiempo transcurra sin que acontezca ningún incendio aleatorio en una región, la probabilidad nos acerca más a su próxima ocurrencia. Para superar el efecto Dunning-Kruger vale la pena embarcarse en una actitud más previsora que nos recuerda que mientras más tiempo transcurre “de vacas gordas”, más se aproxima la temporada “de vacas flacas” según el sueño bíblico.